miércoles, 19 de noviembre de 2014

Qué y cómo enseñar


Zabala (2007). La competencia ha de identificar aquello que necesita cualquier persona para dar respuesta a los problemas a los que se enfrentará a lo largo de su vida. Por tanto, competencia consistirá en la intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida mediante acciones a las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes actitudinales, procedimentales y conceptuales.
El autor nos  dice aquí que por muchos conocimientos que tengamos, si no sabemos, ni queremos darles utilidad, no servirán de nada.
Tenemos que saber utilizar esos conocimientos en un momento concreto, con un fin determinado, actuando de la mejor manera posible. Con ello conseguiremos ser competentes en esa acción determinada.





Imagen extraída de Youtube

En el siguiente capítulo el autor nos habla sobre cómo el conocimiento está pasando a un segundo lugar. Zabala nos habla sobre el cambio en las escuelas, y la incipiente moda de la enseñanza  con la teoría de “el saber hacer”. Priorización de los contenidos procedimentales  olvidando y dando menos importancia a los contenidos conceptuales.
Dice que es muy importante que para hacer algo haya previamente un modelo a seguir, y poder así pasar a la realización de un ejercicio, de lo más sencillo a lo más complejo.
Nadie duda  de la necesidad de un cambio en la forma de enseñar, ya que hasta hace bien poco, lo que veíamos en los colegios era una enseñanza transmisiva, utilizando libros, y con la única intención de que el alumno memorizara, explicara sus conocimientos  en un examen, y que posteriormente olvidara esos conocimientos, con un fin propedéutico, conseguir que un alumno pase a la fase siguiente.
Bien, actualmente se ha pasado a un extremo opuesto. Al darse cuenta de que esta forma de enseñanza está obsoleta, se ha prestado tanta atención de enseñar  con la práctica, que se han olvidado de la teoría, cuando realmente una cosa va unida a la otra. Han  olvidando por completo cuál es la razón de la enseñanza. El objetivo final es que los alumnos obtengan una serie de conocimientos y  valores  a los que posteriormente puedan dar uso, y hacerles crecer y madurar convirtiéndose así en parte fundamental de la sociedad. Pero para saber utilizar unos conocimientos, es necesario conocer dichos conocimientos.
Primero hay que formar los pilares, para que después el tejado se sostenga.
No puedes tocar la guitarra si no sabes leer una partitura


Imagen Propia

En el siguiente capítulo Zabala trata los tipos de competencias con los que se tendría que trabajar en la escuela, teniendo en cuenta el propósito que se busca conseguir, que en este caso es la mejora de la sociedad y de ellos mismos. Para ellos se buscará desarrollar cuatro dimensiones competenciales distintas:
-La social: La persona debe ser competente para participar activamente en la transformación de la sociedad, para que este llegue a ser más justa, solidaria y democrática
-La interpersonal: Relacionarse, comunicarse y vivir positivamente con los demás.
-La personal: ejercer su autonomía, cooperación y creatividad
-La profesional: Competente para ejercer una tarea profesional.
También se habla de los contenidos básicos imprescindibles, y los básicos deseables.
Los contenidos básicos imprescindibles serán aquellos que son necesarios ver en el colegio, ya que más adelante se tendrá que haber visto.
Los deseables son aquellos que gustaría trabajar en  la escuela, pero no es tan necesario, ya que el alumno lo puede ver cuando sea más adulto.
En otra entrada ya mencioné cómo muchos contenidos que trabajé en el colegio cuando era niña no me habían servido de nada. Es por ese motivo que me parece muy interesante lo que propone Zabala, que es analizar cuáles son más necesarios, y los que no lo sean, eliminarlos del plan de estudios.
Hay dos teorías al respecto, la primera es que las competencias no se pueden enseñar, pero sí desarrollar, y la segunda dice que sí es posible enseñarlas
Dado que es muy difícil  plasmar con exactitud las situaciones reales en las que se va a encontrar el alumno en el futuro, es difícil enseñar unas competencias exactas, pero sí sus esquemas de actuación, para que el alumno decida qué es más aconsejable usar en un momento determinado.
Lo que nos dice en este tema es que no puedes enseñar unas competencias sin un orden establecido y sin tener en cuenta factores de suma importancia.
Hay que partir de lo que el alumno conoce, e ir ampliando progresivamente los conocimientos y competencias. Hay que formar un esquema, que el alumno debe de interiorizar, para que en el futuro, a la hora de encontrarse ante una situación compleja, pueda seleccionar cuál será la mejor manera de proceder ante dicha situación.
Pongamos un ejemplo.  Ese alumno, con 18 años se saca el carné de conducir. Va al concesionario y le interesan dos coches, uno consume 6.2 l de gasolina a los 100, y el otro 7,9 l. Vive en San Antonio, pero va cada día va la UIB a estudiar. Bueno, pues al saber aplicar los conocimientos que estudió en el colegio, ese alumno verá que aunque parece que la diferencia no es muy grande, si coge la segunda opción, ahorrará 4,09 E a la semana, por lo que cada año habrá ahorrado 196,8 E

Por esta razón hay que saber enseñar a los alumnos de forma competencial, son ellos los que en un futuro tomarán las decisiones, pero nuestro trabajo es enseñarles a ver el máximo de posibilidades, para que puedan tomar las mejores decisiones. No podemos asegurar que ese alumno no escoja el segundo coche porque le parezca más bonito, pero por lo menos sabrá el precio que pagará por ese lujo.


Imagen propia

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