Zabala (2007).
La competencia ha de identificar aquello
que necesita cualquier persona para dar respuesta a los problemas a los que se
enfrentará a lo largo de su vida. Por tanto, competencia consistirá en la
intervención eficaz en los diferentes ámbitos de la vida mediante acciones a
las que se movilizan, al mismo tiempo y de manera interrelacionada, componentes
actitudinales, procedimentales y conceptuales.
El autor nos dice
aquí que por muchos conocimientos que tengamos, si no sabemos, ni queremos
darles utilidad, no servirán de nada.
Tenemos que saber utilizar esos conocimientos en un
momento concreto, con un fin determinado, actuando de la mejor manera posible.
Con ello conseguiremos ser competentes en esa acción determinada.
Imagen extraída de Youtube
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En el siguiente capítulo el autor nos habla sobre cómo el
conocimiento está pasando a un segundo lugar. Zabala nos habla sobre el cambio
en las escuelas, y la incipiente moda de la enseñanza con la teoría de “el saber hacer”. Priorización
de los contenidos procedimentales
olvidando y dando menos importancia a los contenidos conceptuales.
Dice que es muy importante que para hacer algo haya
previamente un modelo a seguir, y poder así pasar a la realización de un
ejercicio, de lo más sencillo a lo más complejo.
Nadie duda de la
necesidad de un cambio en la forma de enseñar, ya que hasta hace bien poco, lo
que veíamos en los colegios era una enseñanza transmisiva, utilizando libros, y
con la única intención de que el alumno memorizara, explicara sus
conocimientos en un examen, y que posteriormente
olvidara esos conocimientos, con un fin propedéutico, conseguir que un alumno
pase a la fase siguiente.
Bien, actualmente se ha pasado a un extremo opuesto. Al
darse cuenta de que esta forma de enseñanza está obsoleta, se ha prestado tanta
atención de enseñar con la práctica, que
se han olvidado de la teoría, cuando realmente una cosa va unida a la otra. Han
olvidando por completo cuál es la razón
de la enseñanza. El objetivo final es que los alumnos obtengan una serie de conocimientos
y valores a los que posteriormente puedan dar uso, y
hacerles crecer y madurar convirtiéndose así en parte fundamental de la
sociedad. Pero para saber utilizar unos conocimientos, es necesario conocer dichos conocimientos.
Primero hay que formar los pilares, para que después el
tejado se sostenga.
No puedes tocar la guitarra si no sabes leer una partitura
No puedes tocar la guitarra si no sabes leer una partitura
Imagen Propia
En el siguiente capítulo Zabala trata los tipos de
competencias con los que se tendría que trabajar en la escuela, teniendo en
cuenta el propósito que se busca conseguir, que en este caso es la mejora de la
sociedad y de ellos mismos. Para ellos se buscará desarrollar cuatro dimensiones
competenciales distintas:
-La social: La persona debe ser competente para
participar activamente en la transformación de la sociedad, para que este
llegue a ser más justa, solidaria y democrática
-La interpersonal: Relacionarse, comunicarse y vivir
positivamente con los demás.
-La personal: ejercer su autonomía, cooperación y
creatividad
-La profesional: Competente para ejercer una tarea
profesional.
También se habla de los contenidos básicos
imprescindibles, y los básicos deseables.
Los contenidos básicos imprescindibles serán aquellos que
son necesarios ver en el colegio, ya que más adelante se tendrá que haber
visto.
Los deseables son aquellos que gustaría trabajar en la escuela, pero no es tan necesario, ya que
el alumno lo puede ver cuando sea más adulto.
En otra entrada ya mencioné cómo muchos contenidos que
trabajé en el colegio cuando era niña no me habían servido de nada. Es por ese
motivo que me parece muy interesante lo que propone Zabala, que es analizar
cuáles son más necesarios, y los que no lo sean, eliminarlos del plan de
estudios.
Hay dos teorías al respecto, la primera es que las
competencias no se pueden enseñar, pero sí desarrollar, y la segunda dice que
sí es posible enseñarlas
Dado que es muy difícil
plasmar con exactitud las situaciones reales en las que se va a
encontrar el alumno en el futuro, es difícil enseñar unas competencias exactas,
pero sí sus esquemas de actuación, para que el alumno decida qué es más
aconsejable usar en un momento determinado.
Lo que nos dice en este tema es que no puedes enseñar
unas competencias sin un orden establecido y sin tener en cuenta factores de
suma importancia.
Hay que partir de lo que el alumno conoce, e ir ampliando
progresivamente los conocimientos y competencias. Hay que formar un esquema,
que el alumno debe de interiorizar, para que en el futuro, a la hora de encontrarse
ante una situación compleja, pueda seleccionar cuál será la mejor manera de
proceder ante dicha situación.
Pongamos un ejemplo.
Ese alumno, con 18 años se saca el carné de conducir. Va al
concesionario y le interesan dos coches, uno consume 6.2 l de gasolina a los
100, y el otro 7,9 l. Vive en San Antonio, pero va cada día va la UIB a
estudiar. Bueno, pues al saber aplicar los conocimientos que estudió en el
colegio, ese alumno verá que aunque parece que la diferencia no es muy grande,
si coge la segunda opción, ahorrará 4,09 E a la semana, por lo que cada año
habrá ahorrado 196,8 E
Por esta razón hay que saber enseñar a los alumnos de
forma competencial, son ellos los que en un futuro tomarán las decisiones, pero
nuestro trabajo es enseñarles a ver el máximo de posibilidades, para que puedan
tomar las mejores decisiones. No podemos asegurar que ese alumno no escoja el
segundo coche porque le parezca más bonito, pero por lo menos sabrá el precio
que pagará por ese lujo.
Imagen propia