miércoles, 10 de diciembre de 2014

Evolución de la evaluaciuón

Evaluación,una evolución al cambio

Para esta entrada la actividad ha consistido en hacer varias lecturas referentes a la evaluación, una de Zabala, concluyendo de esta manera sus ideas más importantes sobre los cambios que ha de realizar el sistema escolar, y por otro lado un artículo de Neus Sanmartí, que también nos ofrece sus ideas de los cambios que han de llevarse a cabo en un aula, haciendo especial hincapié en la evaluación. Ambos consideran la necesidad de un cambio urgente a la hora de evaluar, ya que en este momento se han ido incluyendo poco a poco la idea de competencias en el aula, pero se sigue evaluando de una manera tradicional, con notas de 0 al 10, donde únicamente se evalúa el conocimiento conceptual del alumno, y donde los exámenes se realizan por escrito, obligando de esta manera a los alumnos a memorizar los contenidos, y fomentando con ello una memoria a corto plazo.
Santamarí recalca la importancia de la autoevaluación, para que el alumno sea capaz de ver cuáles han sido sus errores, y así poder corregirlos, o ver qué le cuesta más, para así reforzarlo.
También comparte esta opinión José Luis Castillo , ya que propone varias formas de evaluación.
Una evaluación continua donde el alumno ha de demostrar las competencias adquiridas, en la que el propio alumno formulará las preguntas de sus exámenes.
-       Autoevaluaciones: Para ello se necesitará hacer un seguimiento continuo de la evolución del alumnado, un portafolios sería una buena forma de hacerlo
-       Co-evaluación: Los propios compañeros se ayudarán unos a otros. Se analizarán unos a otros para ver cómo han llegado a la solución del problema.


Vídeo extraído de Youtube

Como podemos ver, cada vez más profesionales de la educación exponen sus argumentos para hacerse oír, y reflejar la importancia de un cambio en la sociedad, donde la reforma educativa está a medias.
No se puede pretender que en las aulas se le dé una mayor importancia al aprendizaje por competencias, sin evaluar exactamente ese aprendizaje, ya que todo lo aprendido caerá en saco roto. Si les pedimos a los alumnos que aprendan  a dar utilidad, significado a unos determinados conceptos pidiéndoles que les sean funcionales, y que demuestren actitudes en ello, así como trabajo cooperativo, y también trabajo autónomo, etc.…y luego ponemos un examen al final del semestre donde únicamente evaluaremos la parte conceptual, y sin siquiera ver si saben para qué sirve, sino simplemente si conocen la teoría, estaremos tirando piedras en nuestro propio tejado.
Hay muchas formas de evaluar. Pero es importante que la forma de evaluar actual, donde a los niños de 6 a 12 años se les puntúa, desaparezca, ya que lo que esto consigue es desmotivar, hace que el alumno deje de fijarse en lo que está aprendiendo para darle una mayor importancia a ciertos puntos teóricos de cara al examen.
Sin ir más lejos, a continuación facilito una nota de un trabajo de inglés. Tengo 31 años y esta nota me ha desmotivado, ya que me tomé mi tiempo para hacer esta actividad. No quiero ni pensar en cómo le puede influir a un niño de ocho años una nota así, que fácilmente se relaciona con acepciones negativas, como suspenso, insuficiente...


Imagen Propia

El sistema de evaluación tradicional ha marcado toda mi educación escolar. Recuerdo que muchos temas que me parecían muy interesantes en el colegio me lo dejaron de parecer una vez que me pasaba varios días encerrada en casa para memorizar la información del libro.
Recuerdo lo extrañada que me sentí la primera vez que un profesor me dijo que si le poníamos en el examen palabras textuales del libro nos suspendía, ya que él quería ver si lo habíamos entendido, no si sabíamos memorizar bien o mal, lo curioso es que esto no ocurrió hasta mitades de educación secundaria. En ese momento empecé a notar un cambio, esa forma de evaluar no era perfecta, ni mucho menos, pero comenzaba a evolucionar esa idea de evaluación.
Desde ese momento hasta la actualidad han pasado varios años, y cada vez se le da más importancia a lo que los niños aprenden y luego usan en su vida real.  Depende de las nuevas generaciones de maestros que haya un cambio sustancial en el sistema educativo, y aunque es una gran responsabilidad, me entusiasma la idea de poder llevar a cabo dicho cambio.


Vídeo extraído de Youtube

Cuando comencé esta asignatura, no me planteaba temas como la autoevaluación, creía que la evaluación continua era hacer exámenes cada mes, y consideraba que el libro estaba anticuado, pero que era un apoyo en el aula. Mi perspectiva ha cambiado, ha evolucionado, y seguro que lo seguirá haciendo los próximos años de mi vida, ya que  mi experiencia con la educación acaba de comenzar, y por desgracia tengo muy arraigadas las antiguas “costumbres” educativas.

Pero lo importante es ser consciente de lo que uno quiere conseguir, y con un buen trabajo colaborativo, la nueva generación conseguirá que el actual sistema cambie en beneficio de los futuros alumnos.

miércoles, 3 de diciembre de 2014

Aprendizaje globalizador

¿Es posible trabajar en  un área determinada componentes de ámbito metadisciplinar?
La respuesta es sí, pero tiene que haber una gran comunicación con los otros maestros, para que entre todos, esos componentes metadisciplinares  se enseñen en el aula.
Otros consideran necesario  añadir una materia donde se trabajen expresamente estos componentes de competencias, pero si se  modifica el  currículo  de una clase, poniéndose de acuerdo todos los maestros, se pueden enseñar esos componentes perfectamente.

Cuando comencé a estudiar  esta carrera me llamó mucho la atención la cantidad de  trabajos grupales que nos pedían. Con sinceridad, no entendía esa necesidad continua que tenían todos los profesores de mandarnos trabajos en equipo, hasta que he leído el tema 10. Me he dado cuenta que es de suma importancia en el desarrollo de nuestros alumnos que haya una perfecta coordinación de todos y cada uno de los componentes del  equipo docente.
Como podemos ver en este tema, hay  contenidos metadisciplinares, como son; la responsabilidad, capacidad crítica, autonomía, cooperación y libertad que de por sí no se imparten como un área concreta en la escuela, por eso es importante una buena organización del currículo con el resto de maestros, para que estos  y otros contenidos se trabajen en cada una de las áreas, ya que éstas forman parte de las  competencias que el alumno ha de trabajar.
Para la enseñanza-aprendizaje de las competencias es necesaria una buena organización del tiempo y del aula. Para comenzar, en ocasiones es necesario ampliar el tiempo establecido previamente. Generalmente las materias están divididas por horas, por lo que los alumnos tienen 5 materias cada día de una hora de duración. Pero en ocasiones una hora no es suficiente ya que no es aconsejable dividir la enseñanza de ciertas competencias en dos sesiones, porque al interrumpirse es muy probable que no llegue a comprenderse correctamente o no conseguir el fin deseado.  El maestro es el que tiene que ver si hace algunos cambios reorganizando el horario.
Por otro lado, la distribución física de la clase también es muy importante, ya que en cada situación se trabajará de una forma distinta a la anterior, y hay que adaptar  la distribución a cada momento, para facilitar la comunicación entre los alumnos. Como bien dice Jurjo Torres, se está intentando reestructurar el espacio, crear  espacios que estimulen la creación del conocimiento

Imagen propia

Cabe mencionar la importancia de una enseñanza globalizadora, de manera que en la clase de lengua no se trabaje únicamente la lengua, ni en clase de matemáticas únicamente matemáticas, ya que si es globalizador el aprendizaje para el alumno será más rico y variado, y será más real, porque en la vida real no usamos únicamente la lengua, sino que en una misma situación podemos trabajar diversas áreas y contenidos a la vez. Para esto puede haber varias soluciones. Si en un aula hay un mismo maestro que imparte clase de todas las materias, éste se organizará de manera que pueda trabajar diversas áreas en una clase. Si por el contrario cada materia tiene un maestro diferente, lo importante será una buena organización del currículo así como comunicación entre maestros. De esta manera, en clase de conocimiento del medio, si hacen una exposición oral a la vez que presentan un trabajo escrito, se valorará tanto los conocimientos adquiridos referentes a conocimiento del medio  como aquellos adquiridos relacionados con la expresión oral y escrita.


Para todo lo mencionado anteriormente es necesario facilitar al profesorado gran número de materiales variados, ya que hay que respetar la diversidad de alumnos en un mismo aula, y que también harán falta recursos variados para poder trabajar por competencias, y desde un enfoque globalizador.
Trabajar de esta manera me parece muy buena opción. Pero como ya he expuesto al principio de este artículo, es necesaria una buena comunicación con los otros maestros. Y no me había planteado hasta este momento, que esa comunicación puede ser un arma de doble filo, ya que si los otros maestros están de acuerdo con esta forma de impartir clase, todo irá sobre ruedas, pero si por el contrario existe algún maestro que no esté de acuerdo con estas metodologías, se rompe la cadena, y se hará más difícil mantener ese enfoque globalizador.
Cabe esperar que en pleno S.XXI todos los maestros que imparten clase actualmente  tienen una mente más abierta, y ven la necesidad de un cambio urgente en la metodología. Es necesario  que los niños aprendan para la vida real, que  el aprendizaje por competencias cobre más fuerza si cabe, y que esto consiga formar grandes equipos docentes,  que los maestros dejen de trabajar de forma individual, y lo hagan de forma colaborativa.

  Imagen propia


En los temas anteriores, pensaba en la forma de impartir clase de forma individual. Pensaba en cómo haría personalmente para enseñar unos conocimientos a mis futuros alumnos, trabajando por competencias, y sinceramente, prácticamente no me planteé el que pudiese hacerlo con otros compañeros. Por lo que tras leer estos capítulos del libro de Zabala reconozco que tengo una visión más amplia, y ahora creo firmemente que ser maestra no es un trabajo individual, sino un trabajo en equipo, donde cada uno tiene una función, y todos dependemos de todos y colaboramos con todos para conseguir un objetivo común.